EL ENGAÑO DE LA MENTE
En el
desierto es muy común el espejismo de agua, es decir el que produce la
impresión de estar viendo agua donde no la hay y que es causado por una ilusión
óptica natural que confunde nuestra percepción.
Para las
personas extraviadas en el desierto es una cruel ilusión. Víctimas de la
deshidratación y la desesperación gastan sus reducidas reservas de agua y
energía siguiendo estos espejismos en pos de su salvación. No se dan cuenta que
se están condenando a sí mismos a la muerte.
“COMO ES
ARRIBA ES ABAJO, COMO ES ABAJO ES ARRIBA”. No solo hay espejismos en el
desierto, también los hay en nuestra vida.
Juan es un joven de 25 años. Siempre tuvo problemas para relacionarse con las
mujeres. Le es muy difícil conseguir
pareja, mas cuando la tenia, al poco tiempo ella termina la relación y lo
abandona. No es un hombre feo, tiene un empleo promedio. No sabe que está mal
en su vida, sufre y se siente desesperado.
Está
convencido que su mala suerte en el amor es porque todavía no ha logrado un puesto
importante en su trabajo, porque no tiene un departamento propio y porque
además carece de auto, ya que no sabe
conducir. La mayoría los hombres afortunados en el amor, que conoce, tienen estas
tres cosas. Sabe que es capaz de conseguir lo que necesita para ser feliz y se va a esforzar al máximo, no le importara
sufrir unos cuantos años si después va a lograr la felicidad.
Hoy, Juan
tiene 34 años es gerente de una de las agencias del banco de mayor prestigio
del país. Se ha comprado un departamento (que paga todos los meses) y un
hermoso auto BMW.
Sus logros han mejorado su relación con las mujeres.
Ha tenido varias parejas hasta que conoció a Rita, su actual novia, hace año y medio y de quien está profundamente enamorado.
Sus logros han mejorado su relación con las mujeres.
Ha tenido varias parejas hasta que conoció a Rita, su actual novia, hace año y medio y de quien está profundamente enamorado.
Es de noche,Juan está sentado en su cama, solo. En una mano
tiene el retrato de Rita, el amor de su vida, en la otra mano un revolver. Se
ha enterado que su novia, aunque sigue
con él, no lo soporta y que està de amores con su mejor amigo. Juan no desea
seguir viviendo.
Sonia es una
agraciada mujer soltera de 35 años, se ha dedicado a hacer carrera como
periodista y no le ha ido mal. Ha tenido
varias relaciones sentimentales con algunos hombres, pero no ha concretado compromiso con ninguno de ellos.
Siempre soñó con casarse de blanco, en una monumental ceremonia y después
vivir feliz para siempre con su hombre y su familia. Siente que ya no es muy
joven, imagina su vida sola, sufre y está desesperada.
Antonio es un hombre que siempre se mostró
seriamente interesado en ella, pero por quien ella no siente atracción alguna. Sonia
ha accedido a salir con él, al poco tiempo ya están comprometidos para
matrimonio. Son una pareja con trabajo estable, pero el costo de la boda que
desea Sonia es astronómico. El trata de hacerla entrar en razón, ella
insiste que necesita una boda así para sentirse realizada, siempre fue su sueño
y la imagen de su felicidad.
Antonio
acepta resignado, no la entiende, pero la ama profundamente.
El
matrimonio se realiza, quedan endeudados hasta el cuello por la boda, pero la ilusión de iniciar una nueva vida les da aliento y
juntan esfuerzos para mejorar su situación económica.
Hoy, Sonia
tiene 43 años y dos hijos que son su adoración, sin embargo tiene una demanda de divorcio de parte
de su esposo.
Antonio aduce frialdad, desconsideración total por parte de su esposa. Sostiene además que nada
de lo que él hace parece satisfacer a Sonia, que solo se interesa por las
apariencias y el qué dirán.
Sonia ha
sostenido públicamente que no va a mendigar el amor de su marido y que
este puede hacer con su vida lo que
desee y solo le exige que cumpla como padre con sus hijos, económica y
emocionalmente.
Sonia está
sentada en su cama, sola. Sus hijos duermen. Antonio se ha ido. En una mano
tiene la foto de ella y Antonio cuando se casaron. Sus ojos están llenos de lágrimas,
ha descubierto que ama a su esposo, que
él siempre fue bueno y comprensivo y
que ella nunca supo valorarlo. Siempre estuvo convencida que una gran boda, un
marido sumiso, hijos y una casa linda
era lo único necesario para ser feliz. ¿Qué hizo mal?
En la otra
mano tiene el teléfono, ha llamo a su
esposo, pero ha contestado otra mujer
Sonia sufre,
no quiere vivir; pero sabe que sus hijos la necesitan.
¿QUÈ ERA LO
QUE REALMENTE BUSCABAN?
Juan, solamente
deseaba amar y ser amado, era lo que necesitaba para ser feliz. Su espejismo:
creer que el éxito en la vida y mostrar una buena posición económica era
suficiente para que una mujer lo viera interesante y lo amara.
Lo primero
si sucedió, porque atraía a mujeres interesadas en su posición económica, no en
él mismo.
Rita no lo
soportaba, pero tampoco quería perder los beneficios económicos que Juan le proveía, por eso nunca termino con
él. Prefirió traicionarlo y entrar en amores con el
mejor amigo de este.
Juan no podía ver la realidad, ese es un problema
común en las personas que sufren y están desesperadas.
La verdad es
que las mujeres se aburrían de él por su
falta de autoestima y su inseguridad, cosa profundamente marcada en él.
Juan perdió su
felicidad por seguir un espejismo de la mente. Nunca se percato que su
verdadero problema era interior y no exterior.
Sonia,
sentía que se le pasaban los años y en su desesperación imaginaba su futuro llevando una vida sola e infeliz.
Los hombres con
los que estuvo no la consideraban una candidata para matrimonio porque ella era
demasiado exigente con ellos.
Utilizaba a las personas, pedía siempre
para ella misma y jamás tuvo la sensibilidad para captar lo que deseaban los demás.
Tarde entendió que nada tiene valor en el mundo si no está a su lado la persona
que ama.
Se obsesiono
siguiendo sus propios espejismos de
felicidad, sin darse cuenta que estaba perdiendo al único hombre que la amo de
verdad.
Las
historias son reales, los nombres han sido cambiados para proteger la intimidad
de las personas. No sufras por ellos, se integraron a nuestros grupos de
autoayuda y ahora están aprendiendo a ser felices y lo están logrando.
Y tú, lector
¿cómo vives?
¿Qué crees que necesitas
para ser feliz?
¿Qué crees
que es aquello que puede darte lo que
necesitas?
¿Que estas
siguiendo para ser feliz? ¿Qué quieres
lograr?
¿Actualmente
estás haciendo algo por lograr tus sueños?
¿Estás seguro que eso es lo que deseas?
¿Trabajas
tanto para el bienestar de tu familia, que no te queda tiempo para estar con
los tuyos?
¿Mujer,vives como
perro y gato con tu esposo; pero crees que
una casa más lujosa los hará felices?
¿Amas el
arte con todo el corazón; pero crees que primero debes hacer dinero para
dedicarte a lo que te gusta?
¿Estudias
medicina, derecho o ingeniería porque amas hacerlo, o por el dinero y el prestigio que una
carrera te dará?
¿eres investigador científico porque amas aprender o porque deseas ganar el premio Nobel?
¿Ayudas de corazón a las personas necesitadas o lo haces porque quieres que te vean como una persona virtuosa?
¿eres investigador científico porque amas aprender o porque deseas ganar el premio Nobel?
¿Ayudas de corazón a las personas necesitadas o lo haces porque quieres que te vean como una persona virtuosa?
¿Deseas un
auto nuevo porque en verdad lo necesitas o es más porque quieres tener la
imagen de una persona de éxito?
Si en verdad
amas algo en la vida síguelo porque ese es el
propósito de tu existencia; pero pon mucha atención a tus motivos.
Vivimos en
un mundo de extraviados y desesperados. Vamos por el mundo persiguiendo
espejismos de felicidad que nos pone la mente. Sin darnos cuenta de la
verdadera causa de nuestro sufrimiento.
Como todo
espejismo, esa felicidad desaparece
cuando creemos que la hemos alcanzado.
Querido lector,
detén tu camino un momento, se sincero
contigo mismo y observa que estas persiguiendo en la vida. Ten cuidado no vaya a ser un espejismo, no
caigas en él.
“………… y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.”
Alejandro Santafe
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