Si bien es
cierto que somos individuos, también lo es que somos seres sociales y el ego
tiene por lo tanto, necesidad de
adaptarse a nuestras interacciones sociales y a nuestra cultura.
Y he aquí
que aquello que debería ser su
mejor virtud, se vuelve su mayor debilidad.
El ego no tendría nada de malo si no fuera
porque creció alimentado por las ideas de nuestra sociedad. Todas las taras,
defectos y carencias de esta se encuentran también en nuestro ego.
Por esa razón, el problema del ego no es tanto un asunto del
individuo, es en gran medida un asunto de la sociedad que lo condiciona.
En una
sociedad sana y humanista los egos de las personas serian sanos y equilibrados.
Vivimos
actualmente en una sociedad enferma y
decadente que solo sabe rendir culto al dinero, a
lo material y a lo superfluo.
“el hombre es naturalmente bueno, es la sociedad quien lo corrompe”
Jean-Jacques Rousseau
Es valido entonces decir que el ego son tus condicionamientos sociales.
Es el papel
que la sociedad te ha entregado en la película que llamamos “nuestra cultura” y
que tú interpretas.
Naciste autentico. Después empezaron
a crearte un falso ser: eres americano, europeo o africano, eres
católico, musulmán o hindú, perteneces a
una raza de guerreros o a la raza
elegida por dios, estas destinado a dominar el mundo, etc., etc.
Crean una
falsa idea de quién eres y en torno a ese nombre crean ambiciones, condicionamientos.
Poco a poco actúan sobre el ego, primero en tu casa, tu propia familia, después
en tu iglesia, tu colegio, en el instituto, en la universidad….
Cuando te
vas convirtiendo en adulto estas tan confundido que has olvidado por completo
tu verdadera identidad.
Ese es el
verdadero problema del adolescente, su verdadero ser sabe que ha sido agredido,
sabe que le han puesto cadenas, no sabe exactamente cómo, ni que le han hecho;
pero siente que algo está mal dentro de él.
Entonces se rebela contra todo; primero contra sus padres y sus creencias, luego contra la sociedad y sus costumbres. Todo en un afán de salvarse, de volver a encontrar su centro, su ser autentico.
Entonces se rebela contra todo; primero contra sus padres y sus creencias, luego contra la sociedad y sus costumbres. Todo en un afán de salvarse, de volver a encontrar su centro, su ser autentico.
Y la
psicología estúpidamente lo etiqueta como un problema del joven; algo “normal” en la transición de niño a
hombre.
No es él quien padece una enfermedad, es la sociedad entera la que está
enferma. Pero a esta no se la cuestiona
y la cadena siempre se rompe por
el eslabón más débil. Es un abuso
de la sociedad contra el adolescente y nadie parece darse cuenta.
Sin nadie que lo salve o lo oriente, el adolescente termina por creer el cuento de que es él, el verdadero problema, así termina su lucha y se rinde.
Ahora ha sido dominado y la sociedad se adjudica victoriosa un nuevo miembro, un nuevo adulto, pero tan desequilibrado como el mismo sistema que lo sometió.
Su condicionamiento social formará siempre parte de su ego y, desde ese momento, este pasara a ser su mas grande enemigo.
Y todo comenzó cuando era un niño. Por eso el condicionamiento de un niño es, desde mi punto de vista, un crimen. Es un acto de violencia que se comete en contra de un ser humano indefenso, pues se hace sin tomarlo en cuenta para nada, sin elección de su parte.
Sin nadie que lo salve o lo oriente, el adolescente termina por creer el cuento de que es él, el verdadero problema, así termina su lucha y se rinde.
Ahora ha sido dominado y la sociedad se adjudica victoriosa un nuevo miembro, un nuevo adulto, pero tan desequilibrado como el mismo sistema que lo sometió.
Su condicionamiento social formará siempre parte de su ego y, desde ese momento, este pasara a ser su mas grande enemigo.
Y todo comenzó cuando era un niño. Por eso el condicionamiento de un niño es, desde mi punto de vista, un crimen. Es un acto de violencia que se comete en contra de un ser humano indefenso, pues se hace sin tomarlo en cuenta para nada, sin elección de su parte.
Es un crimen
cometido por los propios seres que lo aman y que lo cuidan. No por mala
fe, sino por ignorancia. Es algo que no
advierten nuestros padres, porque ellos
también fueron condicionados así por sus propios padres. Así es como condiciona
la sociedad, puesto que la sociedad somos todos aquellos que obedecemos sus
reglas.
Por cierto, no estoy en contra de las reglas, estoy en contra
de seguir ciegamente las reglas sin observar si son en realidad buenas para
nuestra vida.
Estoy en
contra de seguir reglas obsoletas y decadentes que crean lo absurdo. En nuestra sociedad hay mucho de esto.
Alejandro Santafe
Alejandro Santafe

Hola gracias por todo lo que escribes me ayuda mucho. Tengo una pregunta que ronda por mi cabeza desde hace mucho y es ¿el amor existe? osea si alguien esta en una relación con una persona ¿no es su ego que esta con otro ego?. Hasta donde tengo entendido en esencia, nuestro verdadero ser es la conciencia que mira pasar los pensamientos creados por la mente, por lo tanto en esencia todos somos iguales y entonces ¿el amor existe? (con amor me refiero al amor que tienes hacia tu pareja)
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